Hablemos de nuestro programa de
seguridad y por qué lo tomamos.
No ponemos carteles de seguridad
para tener puntos pintorescos en la planta o para divertirlos a ustedes. No
instalamos guardas en las máquinas solamente para satisfacer el capricho de
algún ingeniero de seguridad. No hacemos estas reuniones de seguridad para
darles la oportunidad de descansar en horas de trabajo o para fastidiarlos un
rato. Hacemos estas cosas porque son provechosas para todos. Con esto quiero
decir lo siguiente:
En las primeras fábricas, las
operaciones eran simples. Ordinariamente un molino de agua o una máquina de
vapor ponía en movimiento una línea de ejes con correas por toda la planta y
las máquinas andaban despacio. El uso de materiales altamente explosivos o
inflamables y venenosos era limitado.
Aún así mucha gente se lesionaba
o se mataba trabajando en esas fábricas. Si Juan Rodríguez se mataba en un
accidente, nadie culpaba a nadie. Era la mala suerte de Juan. Su viuda y sus
chicos tenían que resolver su propio problema.
Pero hace unos años la gente
empezó a darse cuenta que los accidentes y los incendios podían prevenirse.
Luego vinieron las leyes que colocaron la responsabilidad directamente sobre
los patronos. Y aún aquellos propietarios que combatieron dichas leyes han
tenido que conceder que la seguridad es un buen negocio. Que los accidentes les
estaban restando buenos trabajadores y que la producción se afecta y cuesta
dinero adiestrar nuevos obreros. Los accidentes estaban dañando también el
equipo y el material y que esas pérdidas no pueden asegurarse.
Después de todo, los empleadores
son seres humanos y no quieren que la gente se lesione. De tal manera que por
todas estas consideraciones han estimado que es necesario hacer seguridad.
El trabajo de seguridad consta
hoy de tres partes principales: educación, ingeniería y entusiasmo.
Antes de que una planta se
convierta en un lugar seguro para trabajar, cada persona, desde el Gerente para
abajo debe ser educado para creer que las lesiones y los incendios pueden ser
prevenidos. Y cada cual debe ser adiestrado para hacer su trabajo en forma
segura.
La ingeniería es la segunda
parte. Todas las máquinas, operaciones y procesos se estudian desde el punto de
vista de la ingeniería, para determinar la manera más segura de realizar cada
oficio. La ingeniería incluye
las guardas de todo el equipo, el
diseño de los edificios, la forma como deban hacerse las cosas.
La tercera parte del programa de
seguridad es la que impulsa al entusiasmo. Cada quien en la organización debe
interesarse en evitar lesiones y los fuegos, exactamente igual como todos
debemos interesarnos en producir la calidad a bajo costo por unidad.
Hay cosas raras en las lesiones.
Algunas veces el trabajador se lesiona en un oficio que ha estado desempeñando
por años y luego la investigación demuestra que siempre ha realizado ese oficio
en forma insegura. Solamente que las circunstancias que concurren a un
accidente no se habían combinado al mismo tiempo mucho antes.
Por esto tenemos que estar
hablando de seguridad, por esto tenemos que estar haciendo advertencias. Cada
uno de nosotros cree que un accidente no puede sucedernos a nosotros. Pero
todos sabemos que, si alguien comete un acto inseguro constantemente, habrá de
ocurrir una lesión tarde o temprano.
Por eso una de las metas de
nuestro programa de seguridad, - de los carteles, los concursos, los comités de
seguridad, las inspecciones, las reuniones, los premios y todo lo demás -, es
construir el entusiasmo y convencernos a cada uno de nosotros de la necesidad
de evitar accidentes y fuegos.
Hasta ahora hemos hablado del
lado que corresponde a la empresa. Hablamos también, del lado que le
corresponde al empleado. Después de todo, al no practicar la seguridad, el
trabajador es el mayor perdedor. Casi todas las cosas importantes de la vida
están ligadas a la habilidad para ganarse la manera de vivir.
Trabajar con seguridad es una de
las mejores maneras que el hombre tiene de asegurarse a sí mismo, y ¿han notado
ustedes que el hombre inseguro es el que tiene menos probabilidades de
promoción.?
Todos podemos desarrollar hábitos
arriesgados. Si una persona comete un acto inseguro sin que le pase nada, otros
harán lo mismo. La parte más laboriosa de la seguridad es hacer que todos
deseemos cumplir las reglas de seguridad y habituarnos a trabajar con
seguridad. Ahí es donde reside el entusiasmo.
Nuestro programa de seguridad
está para recordarnos que debemos hacer todo esfuerzo posible para prevenirnos
de las lesiones a nosotros mismos y a nuestros compañeros. Por eso tenemos un
programa de seguridad.
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